El tratamiento de drenaje linfático facial consiste en acostar a la persona en una camilla y comenzar a masajear suavemente los puntos inflamadas del rostro para conducir dichos líquidos hacia los ganglios linfáticos y combatir así la retención y el edema.
La radiofrecuencia consiste en la aplicación de ondas electromagnéticas de alta frecuencia, a través de un cabezal que se pone en contacto con la piel, lo que produce un calentamiento controlado de las diferentes capas de la dermis. Este aumento de calor favorece, «la formación de colágeno nuevo, por la estimulación directa sobre los fibroblastos, que son las células encargadas de formar colágeno y elastina en la dermis».
¿Existen contraindicaciones para este tratamiento?
El drenaje linfático facial es un tratamiento que no ofrece ningún riesgo para la salud, sin embargo, en algunos casos muy específicos no se recomienda su realización:
- Pieles que sufren de acné crónico, pues el masaje puede propagar la infección.
- Personas que sufren de hipertensión, problemas con la glándula tiroides y asma bronquial.
- No se debe realizar con infecciones agudas, trombosis, hemorragias o problemas cardiacos.
- Está contraindicado en personas con cáncer.
- Las personas con enfermedades dermatológicas como psoriasis, rosácea o condiciones que pueden afectar la piel como el lupus deben consultar con su médico antes de hacerse un drenaje linfático facial.